Akira
—Akira, ¿Qué fue lo que pasó? — preguntó Jefferson.—Keita tiene a Lisa.—Maldición, te lo dije. Ese pendejo no me gustaba para nada.—Vamos a buscarla.—Mira tú estado, tú no puedes salir de aquí.—Mi estado me importa una mierda. Mi mujer y mi hijo están en peligro, así que sácame de aquí y vamos por ese cabrón.—No puedo permitirlo.—Entonces me iré yo solo, pero ni tu ni nadie me lo va a impedir.—Tu herida se puede abrir.—No me importa. La vida de mi mujer está en juego y es más importante que está simple herida— caminé a la puerta.—Eres un imbécil, Akira. Yo te ayudaré, no me queda de otra.