Regresamos al hospital y lo llevé a su habitación.
—Akira, ¿Cómo te descuidas de esta manera? ¿Quieres que se te abra y se te infecte la herida? — preguntó el doctor en un tono molesto.—No es para tanto, además no volverá a pasar.—Lo siento, fue mi culpa, doctor. Me voy a asegurar de que no se vuelva a desarreglar— bajé la cabeza.—Esta vez tuviste suerte, pero no siempre la tendrás. Debes descansar y no vuelvas a levantarte de esa manera y a salir de la clínica como si nada. Es por tu bien. Por otro lado, tuve que calmar las aguas por aquí con lo que sucedió. Tengan más cuidado y no me traigan más problemas en la clínica — dijo el doctor antes de salir de la habitación.—Amargado de mierda— soltó Akira.—Lo siento, fue m