Capítulo 9. Las Concubinas del Alfa
Capítulo 9. Las Concubinas del Alfa.
Cuando salimos de la casa del Alfa aún era de día. El centro del pueblo no estaba demasiado lejos, por lo que aunque fuéramos caminando no sería muy largo el recorrido.
No puedo negar que lo miraba todo con los ojos de una niña, estaba ilusionada, por primera vez en años me sentía libre.
—Mamá, ¿tú eres una sirvienta con limitaciones?
—No, que yo sepa. ¿Por qué me preguntas eso, Emilia?
—Nada, tonterías mías.
Pero no era una tontería, no sabía lo que significaba, aunque aquí no estaba encerrada no era totalmente libre como mi madre.
Llegamos a la plaza del pueblo y nos sentamos en una cafetería. Todo era tan normal que parecía extraño. Siempre había escuchado que la manada Oscura era un lugar tenebroso y sombrío, pero eso no era verdad: aquí la gente parecía incluso más feliz que en mi antigua manada.
Mamá pidió café y pastel para las dos. Mientras degustaba mi pastel de chocolate observé cómo un pequeño revuelo se formaba en la plaza. Tod