Marcus
Uno de los placeres de mi vida es despertarme con la cabeza de mi mujer apoyada en mi pecho, su brazo rodeando mi cintura y su pierna sobre la mía.
Suena un mensaje en mi teléfono. Estiro el brazo intentando no moverme. No quiero despertarla. Esta noche ha descansado poco. Toda ella es adictiva y no puedo dejar de adorar su cuerpo.
Deslizo el dedo sobre la pantalla y lo desbloqueo. Un mensaje desde el mismo número que ayer.
<<Si te interesa salvarlo, ya sabes donde encontrarme.>>
Tiene un archivo adjunto. Es una imagen. Es Paul, el hermano de Mía, atado a una silla y con el rostro ensangrentado. Todos creíamos que estaba de viaje de negocios ¿Cómo han podido capturarlo? Y lo peor de todo ¿Por qué cojones no sabíamos nada?
Este maldito hijo de puta nos tiene cogido por los huevos. Por mi dejaría que Paul se pudrier