Ragnar pidió que salieran un momento al patio del restaurante, para su sorpresa había una mesa ahí y estaba muy bien arreglado. No le dio importancia, miró a Love y tomó su rostro en sus manos. Sin decirle una cosa, la beso, un beso que tomó por sorpresa a Love, pero que de inmediato correspondió el beso.
Un beso suave, sin prisa, disfrutando de sus labios y sus lenguas, era amor puro y demostrando con hechos que estaba con ella. Un beso que correspondio a todo, un beso que demostró el amor que se tenían entre ellos.
Al separarse un momento, sus ojos irradiaban completa felicidad y el amor que sentían por el otro.
— Ragnar…
Ragnar interrumpió lo que tenía que decir con otro beso, un poco más intenso, más apasionado y lujurioso.
—Te amo – susurro contra sus labios – Te amo por la mujer que eres y en la que te convertiste por tus hijos – acarició sus mejillas – La verdad es que yo no sabría que hubiera hecho si me pasaba a mí, pero que me hayas contado esto significa mucho.
— Bueno