—No me tengas miedo, soy tu tía. —La mujer intentó retirar un mechón de cabello del rostro de la pequeña, inclinándose a su altura.
Cuando la mano de Alondra, la sujetó por la muñeca impidiendo que la acariciara.
—No se te ocurra tocar a mi hija —refirió, sintiendo la furia instalarse en ella.
— ¿Perdón? —la mujer se enderezó para encarar a Alondra.
— ¿Tu hija?, ¡veo que estás tan loca cómo esta vieja! —se dirigió a Doña Ofe.
Entonces Alondra sin dudarlo, lanzó una bofetada sobre el rostro de la mujer.
—Llévese a mi hija, doña Ofe por favor, que esta mujer y yo vamos a aclarar las cosas de una vez por todas.
Una vez que la abuela, salió con Pau de la mano, llamó de inmediato a Álvaro para avisarle lo que sucedía.
—Esa niña, no es nada tuyo. No te atrevas a llamarla de nuevo hija. Ella es hija de mi her
Con doña Ofe tenemos cuerda para rato, seguro que Alondra será la comidilla de todos. Saludos cordiales.