Llegamos en tiempo récor al hospital, sin esperar que mi seguridad abra la puerta, me bajo con ella en mis brazos retorciéndose del dolor y llorando suplicando
— No dejes que lo pierda por favor.- repite una y otra vez
— AYUDAAAAA MI MUJER ESTA SANGRANDO. - viene a nuestro encuentro dos enfermeras con una camilla.
— ¿Que le ocurrió?, ¿Es alérgica algún medicamento? ¿Su nombre es?
La coloco en la camilla, no ha dejado de sangrar, tiene sus manos en el vientre mientras se queja de dolor.
— Fue golpeada muy fuerte en el abdomen, gritaba de dolor mientras se sujetaba el vientre, la tome lo más rápido que pude, por favor ayúdenla, no dejen que le ocurra nada.
Hablo apresurado, llegamos a un pasillo me detienen frente a dos puertas.
— Señor, espere aquí es área restringida, no puede ingresar.
— No pueden dejarme aquí sin saber sobre el estado de mi mujer. - estoy exasperado.
— Señor déjenos hacer nuestro trabajo. - asiento
La enferma entra rápidamente al área, mientras yo me quedo afuera, co