Su jefe, el padre de su hija, hombre arrogante, con muchas reglas, quién decía no gustarle las jóvenes termino loco por ella, al igual que por la hija que los unió, una copia de él, y responsable de no pensar en volver a tener hijos, pero sus palabras no concordaron con sus actos, cuándo se volvió adicto a esa joven, dejando como resultado una vientre gordo que asegura volverlo loco.
Leer másHabían pasado dos semanas, desde la última vez que Ignacio había visto a Violet, aunque solía enviarle uno que otro detalle con Lana y Salomé, deseaba verla, eso de darle su tiempo y espacio, no estaba funcionando, al igual que el resto de sus estrategias.
Ignacio estaba trabajando en su ordenador en una campaña que pretendía lanzar, deseando que Violet pudiera aceptar su propuesta, quería ponerla al frente, sabiendo que ella no aceptaría ser la modelo, optó por pensar en proponerle ser la gerente de proyectos.Liana le avisó su próxima cliente había llegado, Ignacio le indicó podía hacerle pasar.—¿Qué haces aquí? —Ignacio se puso de pies sin entender la presencia de Franyely.—Hola, permiso, Ignacio, ¿verdad?Él asintió y procedió a preguntarle que necesitaba.—Yo sé que me equivoqué con Violet y en vista de que hace poco tú lo hiciste de nuevo, quisiera saber si podemos remediar juntos nuestros errores.—No me interesa nada que ver contigo, no trato con personas desleales, vete por favor, mi asunto con Violet, lo resolveré a mi modo.—Ok, lo siento, ¿qué hay de la posibilidad de darme un empleo? Ya sabes, llegué hace poco, no conozco a nadie y la estoy pasando bastante mal, no quiero devolverme a mi país.—¿No me entendiste? No trato con gente desleal, y honestamente no me agradas, vete por favor.Se quedó mirándolo un momento, caminó hasta la puerta, le indicó salir y se acercó a Liana, para pedirle avisar a los porteros no permitirle el ingreso.Ignacio regresó a su oficina, recibió la llamada de Lana, quien le indicaba, se dirigía a la empresa con Salomé.Ignacio decidió aprovechar para ir con Michael, a consultar como avanzaban con la confección de los últimos diseños que había propuesto. Al llegar y escuchar los avances, se sintió satisfecho.—¿Crees que ella pueda mejorarla?—¿De qué hablamos, señor o'Kelly?—De Violet, quiero ofrecerle ser la directora de proyectos, sé que trabajaran muy bien juntos, claro, esto sí, acepta. ¿Crees que lo hará?—No lo sé, podría preguntárselo, viene en camino, me pidió que no le mencione nada, pero como sé que no le dirá que lo hice, nos reuniremos fuera de la empresa.Ignacio negó con la cabeza.—Supongo que a pesar de haberme disculpado por lo que pasó, aún sigue sin querer verme y eso que dijo, seriamos amigos, ¿te ha hablado de mí o de lo que siente?—Solo preguntó si estaba aquí, le dije que estaba muy ocupado en una reunión.—Ok, gracias Michael, excelente trabajo, mi reunión ya terminó, iré a esperar a mi hija.Con evidente emoción, Ignacio se dirigió a las afueras, aprovechó para poner al personal de seguridad al tanto de su decisión, describió a Franyely y se alejó con ambas manos en sus bolsillos.Ignacio sonrió cuando vio el auto de Violet llegar y a ella conduciendo.Violet en su lugar suspiró profundo al verlo sonreírle.Se estacionó y bajó para despedirse de Salomé.—Hola mujeres —saludó Ignacio con su mirada puesta en Violet—. Hola mujercita.Le extendió los brazos acercándose, quedando frente a frente con Violet.—Hola Violet, ¿cómo estás?—Hola Ignacio, bien, supongo que tú también lo estás.Él asintió y Violet se despidió de su hija, pretendía marcharse.—Violet, espera, falta una semana para el cumpleaños de nuestra hija y no hemos hablado al respecto, ¿crees que tengas tiempo ahora?—¿Tiene que ser ya? Tengo algo que hacer.—¿Violet aún estás molesta? Dijiste, podíamos ser amigos, pero me evitas, tenemos una hija, y… Violet es evidente que pasa algo.—No creo que debamos hablar de algo que quedó claro, he estado ocupada, tengo mis responsabilidades, en cuanto al cumpleaños de Salomé, no me gustaría nada escandaloso, dado a los últimos acontecimientos, un momento familiar estaría bien.—Será como tú quieras Violet, ¿cómo va el reencuentro con tu familia?—Bien —respondió desinteresada y se despidió de nuevo.—Violet… no quiero ser intenso, ¿pero crees que podamos hablar?Se encogió de hombros, él se retiró para dejar a Salomé con Lana.—He regresado, Violet ya que hemos decidido lo de la fiesta de Salomé, me gustaría hacerte una propuesta laboral.—Lo siento, Ignacio, no me interesa.Hizo un gesto de confusión al no esperarse esa respuesta.—¿Por qué haces esto? Violet sé que cometí un error al dejarme llevar, al actuar sin tener certeza, pero…—Está bien Ignacio, no es por eso, es que ahora tengo otros proyectos, otros planes, en cuanto a eso, fue lo mejor, no íbamos a funci…Él la besó.—No lo sabes, Violet, no sabes si íbamos a hacerlo —dijo cerca de su rostro—. Estaríamos juntos si no hubiera cometido ese error, quiero una oportunidad para solucionarlo.—Lo siento Ignacio, pero lo mejor es que nuestra relación sea solo de padres —quiso marcharse y la detuvo.—Me enamoré de ti Violet y sé que lo sabes, sé que te sientes igual, no volveré a cometer un error de esa magnitud, te lo prometo.—Lo sé, porqué no habrá oportunidad para que los cometas, tengo que irme.—¿A qué le temes? Violet estamos solteros, tenemos una hija y nos queremos, dime que tengo que hacer para que por lo menos aceptes querer volver a salir conmigo.—Nada, no pasará, Ignacio, tengo que irme…—¿Ni siquiera fingir por mi padre? He logrado que me permitan tenerlo conmigo una temporada y está muy ilusionado, no he sido capaz de decirle lo idiota que fui, si no quieres darme una oportunidad, finge conmigo, finge que tenemos algo, por mi padre, por favor.Ella se quedó pensativa al recordar que había dicho lo haría.—¿Quieres usar a tu padre Ignacio? Si crees que de este modo pasará algo entre nosotros, te equivocas.—Está bien Violet, si mis disculpas no han sido suficientes y quieres que deje de insistir está bien, pero me gustaría saber si cuento contigo. Será un corto periodo.—Ok, pero lo hago solo por tu padre, no te hagas ilusiones Ignacio, no pasará nada entre nosotros.NOTA DE LA AUTORA.Está historia es la segunda parte de la historia ' PAPÁ ES EL JEFE ' Disponible en este perfil, por lo que para entenderla es necesario leer esa primera parte, que las disfruten.Su rostro reflejó un leve desconcierto que rápidamente intentó ocultar. Su padre lo notó y decidió acercarse a él. Sin embargo, la mujer sonriente apoyó su mano en la espalda de Ignacio, la cual él quitó, luego miró en la dirección de Violet. Notó ese gesto tóxico que no lograba ocultar. Sonrió, y él se quedó a hablar con su suegro. Violet no podía evitar observar cada detalle, cada gesto, y aunque sabía que no tenía razones para sentirse incómoda, un sentimiento inexplicable la invadió. La mujer no entendió la intención de ambos de alejarla, hasta que Salomé se acercó y vació su cubeta de arena en sus pies. Ignacio la cargó y la mujer se alejó. Salomé besó su mejilla y pasó a brazos de su abuelo, quien se unió al resto. Ignacio se acercó a Violet llevándole una bebida. Notó de inmediato que algo no estaba bien. Violet no dijo nada, pero su actitud había cambiado. Había una tensión que no lograba controlar, una que solo él podía percibir. —Violet, ¿Todo bien, amor? —pr
Violet suspiraba en medio de la felicidad, a pesar de la angustia y el miedo que sentía. Pronto las horas fueron pasando y su sufrimiento aumentaba. Al ser mellizos, los doctores consideraban la posibilidad de cesárea en caso de complicaciones. Cuatro horas después, Violet fue inducida a la sala de parto. Ignacio entró a su lado, sostenía su mano, besaba su frente y la animaba con palabras, mientras los médicos hacían lo suyo. La animaba a pujar, aguantaba sus uñas clavadas en sus manos y, aunque no era momento, no pudo evitar pensar en lo difícil que la había tenido ella en el pasado por la envidia de su amiga. Le alegraba estar allí y se lo hizo saber una y otra vez, especialmente cuando su hijo varón salió. Ignacio no derramó lágrimas, pero su rostro de orgullo lo decía todo. Luego la animó para el segundo bebé. Fue un proceso complejo, pero al final los dejó satisfechos. Violet los conoció y pronto se llevó a cabo el proceso final. Ella fue llevada a la sala de descanso,
Fue una imprudencia del conductor del otro vehículo, como mía, por ir con exceso de velocidad. Lamento haber olvidado que eres la mujer que me enloquece —le sobó el vientre con cariño y olió su cabello. —Está bien, amor, lo bueno es que ya pasó. Además, debemos reconocer que te evitó terminar loco, fueron semanas difíciles. Salomé sufrió mucho por tu trato, pero creo que tanto ella como yo aprendimos mucho de esto. Ahora tengo menos miedo, me siento más valiente y dispuesta. —Tú siempre has sido una mujer maravillosa, valiente y dispuesta. Eso, entre otras cosas, es lo que me tiene loco por ti. Te amo. Las caricias llevaron a un nuevo encuentro sexual y esta vez terminaron tan agotados que no tardaron en dormirse. En la mañana, Ignacio se levantó, llamó para avisar a sus empleados que les daba el día libre, luego se dispuso a preparar el desayuno. Salomé se despertó poco después, Ignacio la organizó y esperó a que Violet se levantara. Cuando esta lo hizo, la sorprendió con un nut
—¿Estás bien? —preguntó Lana, notando la expresión en su rostro. —Sí… creo que sí. Solo necesito tiempo para asimilar todo lo que está pasando. Supongo que es escuchar todo eso y las hormonas. Lana no insistió. La conocía y sabía que necesitaba tiempo para procesar lo que había escuchado. Había tenido la muerte en sus narices en forma de amiga. Ignacio recibió la confirmación y condujo hasta el hospital. Se quedó en el auto, agradeciendo que no había prensa, se liberó de toda su mala energía y entró sin apuro, pero con la seguridad de siempre. Caminó directo hacia Violet, a quien vio ya más tranquila jugando con Salomé. Se acercó y le dio un beso en los labios, acarició la mejilla de Salomé con ternura. —Todo está bajo control —le susurró, con esa tranquilidad que sabía ella necesitaba. Violet lo miró y sonrió. —Gracias por lograrlo. Me siento tranquila, sin embargo… se me antoja comer chuletas de pollo con pepinillos y mermelada casera. —¿Bromeas, verdad, hermosa? Vio
—¿Qué haces aquí, Ignacio? ¿Vienes a insistir en esa ridícula acusación sin pruebas? Ya te dije una y otra vez que no tuve nada que ver con el incidente de tu mujercita. Si no sabe caminar, no es mi problema. Déjame en paz. Intentó cerrar la puerta en su cara, pero Ignacio puso el pie, impidiéndolo. —Eres astuta, Franyely, pero te metiste con la persona equivocada. He estado siguiéndote de cerca, sé exactamente lo que le hiciste a Violet. Antes estaba sola, pero ya no lo está. Te dejé llegar demasiado lejos. El tono severo de Ignacio hizo que Franyely se quedara en silencio por un instante, pero rápidamente recuperó su postura altanera. —Ambos están locos —replicó con descaro—. Esta vez seré yo quien solicite una orden de alejamiento. Tú y tu mujercita me tienen cansada. Ignacio perdió la paciencia, entró y empujó la puerta con fuerza, cerrándola tras de él con un estruendo que asustó a Franyely. —No le doy importancia a cosas insignificantes, no me interesan tus estúpidos motiv
Durante esa visita, el hombre estuvo tan lúcido como en los días siguientes. Violet no solo se sentía más tranquila, sino que disfrutaba de su embarazo, a menudo volviendo loco a Ignacio con sus antojos y deseos, se sentían un poco preocupados porque su vientre comenzó a crecer de manera acelerada, habían agendado una cita con la especialista. Se mantenían tranquilos y se habían confiado, pues en esas semanas, Franyely había parecido darse por vencida. Como nunca antes, la vida de Ignacio se estaba volviendo un caos que le costaba controlar. Ese hombre ordenado y autoritario ahora estaba bajo el mando de sus dos hijos, o al menos eso era lo que él creía. Todo parecía ir bien hasta esa mañana de viernes, cuando Violet sufrió un accidente en la universidad. Franyely, con una broma cruel, había provocado que Violet cayera por las escaleras, lo que resultó en un intento de aborto. La noticia de que esperaban mellizos dejó a Ignacio perplejo, sin palabras. Violet y el resto de la famili
Último capítulo