Mundo ficciónIniciar sesiónLa Sangre D'Angelo
Alessia y los demás atravesaron el portal con rapidez, el aire pareciendo cambiar a medida que cruzaban, un escalofrío perceptible en sus cuerpos al llegar a su destino. El castillo que se erguía ante ellos parecía sacado de un cuento antiguo, su fachada de piedra oscura tan imponente como enigmática. Las murallas se alzaban majestuosas y las ventanas en forma de arco parecían mirar al exterior con una vigilancia perpetua, como si el tiempo hubiera dejado de fluir en ese lugar.
Cuando llegaron a la puerta del castillo, Alessia se detuvo un paso antes de ella. Alzó la mano, como si invocara algo invisible y el sonido de su voz, suave, pero firme, rompió el silencio.
- La Sangre D’Angelo está frente a ti.
Los demás se quedaron en el umbral, mirando en silencio mientras Alessia avanzaba sola hacia la puerta de madera maciza. Con un gesto elegante,







