Mundo ficciónIniciar sesiónEl Entrenamiento
El amanecer apenas rozaba los oscuros cielos de Nocturne, tiñendo las sombras con una bruma púrpura espectral. Damian caminaba junto a Roman por los senderos empedrados que serpenteaban detrás del castillo, donde la piedra antigua, oscura y húmeda por la niebla de la madrugada, se alzaba con una solemnidad imponente. Las torres góticas se erguían afiladas contra el firmamento, como garras de una bestia dormida que vigilaba el territorio.
La ciudadela se extendía silenciosa a su alrededor, con calles adoquinadas que se perdían entre edificaciones de arquitectura neogótica, donde las gárgolas y estatuas de antiguos guerreros parecían observarlos con ojos vacíos. Faroles de hierro forjado aún humeaban, sus llamas débiles tras una noche iluminando las sombras.
Al avanzar, llegaron a la parte posterior del castillo, donde el camino se ab







