El silencio era sofocante en su intensidad. Tenía que hacerle ver que no conseguiría nada abriéndose paso a través de ella.
-Mi padre me odia, Erick. No conseguirás nada usándome. No sé cómo hacértelo entender -dijo Lara, y la confesión la dejó profundamente herida. Decir esas palabras en voz alta era humillante. No era ningún secreto que Damian la despreciaba. Claro, se daba aires de grandeza cuando los tenía, pero no se esforzaba mucho por disimular su desprecio por su hija mayor.
-Esto no tiene nada que ver con tu padre, Lara -dijo mientras daba un paso decidido en su dirección.
La confusión la invadió por completo. Nunca había conocido a Erick Patrick antes de ese momento en el estudio de su padre, así que no podía imaginar qué podría haberle hecho para perjudicarlo, o peor aún, para herirlo.
Ni siquiera te conocí, Erick. No pude haber hecho nada para que buscaras venganza contra mí.
Lara retrocedió varios pasos mientras continuaba su aproximación deliberada. No importaba cuánto t