Comenzar a escribir una nueva historia sonaba tentador, pues mi vida ahora era completamente diferente y él había estado a mi lado todo este tiempo, me apoyado y dado animo cuando lo había necesitado, pero mis sentimientos no obedecían a mi mente, no le amaba, no le quería más allá de un amigo; cerré la puerta y resople, había sido un momento incomodo, Emilio se había ido y yo no había aceptado una relación con él, pero no se rindió dijo que lucharía hasta conquistarme y yo acepte eso…

“hola”

Leí el texto en mi teléfono de un número desconocido, respondí con unos signos de interrogación.

“Te vi en el restaurante, me pareciste hermosa, le he pedido tu numero a uno de los meseros, disculpa mi atrevimiento”

Leí el texto como unas diez veces sin saber que responder, no recordaba a nadie en el lugar que pudiera ser.

“Quizás era mejor pedírmelo personalmente”

Fue lo único que pude responder

“No me atreví, pero supongo era lo adecuado, no pensé correctamente, mil disculpas”

“Bueno, lo dejare