Mundo de ficçãoIniciar sessão“Como ahora me visitas menos…” le recuerda Mariano.
Matilda ríe, “Ay, vamos. Tú te la pasas en reuniones o la mansión Bonsole o en el Club, ¿Cómo se supone que llegue a visitar?
Además, no puedo llegar sin ser invitada.
Luego, ¿qué vas a decir de mi?”
Mariano le sonríe, “No creí que una invitación fuera necesaria para visitarme.
Conoces el lugar mejor que yo.”
“Sí.
Pero, no deja de ser el hogar de mi jefe.
Luego, en qué líos me meto, por andar de proactiva.”
Mariano baja la mirada, la palabra ‘jefe’ le da cierto peso en su corazón, “¿Así que solo por ser tu jefe, no merezco tu amistad?”
Matilda lo mira un tanto resignada, “Mar, tú mejor que nadie sabe… Que antes de ser mi jefe, fuiste mi amigo.” Le toma la mano y la lleva sobre su propio hombro, así ella tiene espacio y se puede recostar en el pecho de Mariano,







