Matilda, nerviosa se va corriendo hasta su coche en dirección a casa, tratando de controlar sus pensamientos y sus nervios. Pues, al final de todo no deja de ser su jefe al que vio en un momento, privado.

‘Pórtate bien Inés’, se decía a sí misma una y otra vez.

El resto de su tarde la pasó sonrojada, pensando en lo que pudo haber visto, honestamente al entrar no se percató que Mariano ya estaba ahí, ¿o habrá entrado después?

No, porque de verla ahí no se iba a desnudar, además de su cabello tenía algunas gotas de agua, probablemente Mariano al notar que Matilda estaba ahí, salió para… ¿para qué?

No tenía sentido y… sí qué tonta, había un ligero aroma a bosque, como el que muchas veces ha s