66.
Matilda toma un par de respiros para calmarse, pues siente que tiene los nervios de punta.
Una vez Matilda vuelve al salón principal, con bolso en mano, Mariano dice, “espera, tengo algo para ti.”
Extendió su mano para entregarle un regalo a Matilda. Ella con el entrecejo fruncido le dice, “no cumplo años ni nada para merecer un regalo…”
Mariano ríe, “no es necesario que lo sea para que recibas algo.”
Matilda le sonríe y se dispone a abrirlo.
Es una caja azul, de terciopelo, una marca de joyería bastante cara.
Estaba a punto de rechazarlo pero Mariano la leyó con anticipación y le dice, “por favor…”
Matilda respira y lo abre. Es otra batalla que no va a ganar.
Una vez abierta la caja, su rostro es completamente de sorpresa, admirando el juego de collar y aretes que hay dentro. Le robó el aliento por un momento, “es… precioso… ¿son de Leonor?” Es un juego de diamantes blancos y amarillos, realmente espectacular.
Mariano sonríe y comienza a ayudarle a colocar el collar, Matilda por insti