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El día siguiente Matilda se la pasó realmente ocupada durante casi todo el día.

Por la mañana entre juntas y documentos, el tiempo se le fue volando.

Tuvo una breve llamada con Jorge.

“Buenos días Matilda, perdona que no pueda subir a buscarte, pero tengo un compromiso en breve…”

“Buen día Jorge, no te preocupes, dime.”

Jorge tamborea su bolígrafo sobre su escritorio, “¿Qué crees?”

Matilda piensa por un momento y se le escapa una pequeña risita, “¿tiene que ver con algún cero de más?”

Jorge rió, “solo tú sabes la suerte que tienes… el problema fue que ellos aceptaron a tu solicitud.”

Matilda se puso de mejor humor, “Mmmjm… lo sé, sé que Miguel se gastó una buena fortuna con Raquel y todo ese ro