Gustavo le dice, “No quiero causarte problemas. Solo quiero saber ¿Cómo estás? Hace no mucho me enteré… y quiero pedirte disculpas.”

Matilda incredula le dice, “¿disculpas?”

“Mjm, no fui yo quién te ha hecho nada, pero… no sabía lo mal que podía llegar a ser una persona de mi propia familia. Así que quiero disculparme por hacerte pasar un mal rato.

Además, esto es lo último que quiero para ti. Te prometí que siempre te protegería… y… te falle.”

Matilda se siente algo conmovida, “Gracias Gus, no hace falta…”

Gustavo le dice, “claro que sí, me preocupo por ti… y por cómo has sido tú con nosotros. Pero más adelante lo pongo en su lugar, no tengas duda.”

Matilda sonríe, “No Gussy, déjalo pasar. Pero, todo bien, estoy bastante bien la verdad. Avísame cuando andes cerca y nos vemos para comer ¿sí?”

Gustavo dice, “Me alegra oír que estás bien. Yo te llamo cuando esté cerca de ti para verte, ¿Vale?”

“Vale. Ciao Gus Gus.”

“Adiós Tita.”

Matilda se queda un momento más en el balcón, perdida en pe