33.
Matilda frunce el ceño, “¿estás loco? Cállate y no me estés dando mala suerte…”
Sofía interviene, “no, no, no… sea como sea, un bebé jamás va a ser mala suerte”, toma el rostro de Matilda entre sus manos y le dice, “tu haz sido la mejor de mis suertes…” con esta pequeña frase, lagrimas comenzaron a aparecer en los ojos de Matilda.
“Madre, no lo decía ‘tan’ de esa manera… perdona”, abraza a Sofía y le dice, “solo… Aún no es mi momento, ¿sí?”
Sofía asiente, al final sabe que no puede presionar a Matilda de esta manera con estos temas. Prefiere sea poco a poco y mejor si le nace a Matilda, no porque su madre lo diga.
Mariano a lo lejos nota esta interacción y su corazón da un pequeño vuelco, pues logra entender lo que Matilda siente y ha estado pasando últimamente, es solo normal que no quiera pensar en un futuro. Ojalá esto cambie y pinte un mejor panorama para él.
David espera pacientemente, aunque sabe que Matilda está ‘ganando tiempo’, no puede interrumpir el momento entre madre e hij