[Donovan]
—¿Dónde está Cassia? —espeté apenas vi a Karina en la sala principal, sentada con el teléfono en la mano, seguramente viendo sus tontas redes sociales.
¿Por qué mierda parece tan tranquila?
Casi provoqué dos accidentes cuando los de seguridad me alertaron de lo que había pasado. Por suerte, la reunión con el cliente ya había terminado y solo tenía pensado almorzar con Leila, pero al recibir aquel llamado no lo pensé dos veces: dejé todo, incluso a mi trabajadora en medio del restaurante, para poder llegar a tiempo.
Necesitaba ver con mis propios ojos que Cassia estaba bien. Que ese malnacido no le había hecho nada.
Mi hermana levantó la vista con calma, bajó el celular, lo dejó sobre la encimera y caminó hacia mí con paso lento pero decidido. Mantenía la compostura por completo.
Debo admitir que lo único que me tranquilizaba un poco era que Cassia no tuvo que enfrentar a ese maldito sola. Con Karina a su lado, era casi imposible que Adrik se atreviera a acercarse.
Mi hermana