La puerta principal se abrió y mi corazón dio un vuelco. Por un breve momento, pensé que podría ser Harper.
—Estoy en casa —llamó la voz de Jolee desde el pasillo.
Suspiré y tomé un trago de mi vaso. Jolee apareció en la cocina y me arqueó una ceja.
—¿No es un poco temprano, papá? —ella preguntó.
—¿