Si en algún momento de mi vida decido mirar hacia atrás, no sé si reír o llorar, aunque creo que haría las dos, definitivamente lo llamaría resiliencia.
Es lo que tuve que afrontar para conocer el verdadero amor, mi amor verdadero, y aunque sentí que mi vida se iría con ella ese día que por poco la pierdo, nuestro amor fue mucho más grande, y por supuesto la perseverancia de Paula.
Aunque puedo decir que valió la pena cada segundo de mi vida, cada día, el dolor logró hacerme mucho más fuerte, o mejor dicho hacernos mucho más fuerte.
—¿Qué tanto haces Liam?, subiste por la pañalera! ¡Liam!. —Me giré y vi a mi bonita, definitivamente hoy luce mucho más hermosa, claro está tiene sus dolores de parto y está sufriendo mucho.
—¡Lo siento bonita!, ya voy —exclamé, deje el collar que le pienso dar después después que dé a luz a nuestros gemelos. Tome la pañalera y corrí hacia las escaleras.
—¡Liam! —El grito agudo de Olivia hizo que me detuviera de inmediato.
—¿Qué sucede, bonita ? —dije re