Cap. 34: Gravemente enfermo.
Alfredo asintió, sintiendo el deseo de llevarla a su hacienda, donde podrían estar solos, sin interrupciones. Pero sabía que ahora era el momento de demostrar su compromiso y amor frente a su familia.
—Quería verte, y también quería hablar con tus padres —dijo Alfredo, mirando hacia la cocina—. Quiero que sepan cuánto te amo y cuánto me importas.
Malú y Abel se acercaron, sentándose frente a ellos. La seriedad en sus rostros indicaba que estaban listos para escuchar.
—Alfredo, apreciamos que estés aquí —anunció Abel—. Queremos entender más sobre tus intenciones con nuestra hija.
Alfredo se enderezó, mirando a Malú y Abel con firmeza.
—Mis intenciones con Juliana son serias y honestas. La amo profundamente y quiero estar con ella. Sé que nuestra diferencia de edad puede ser una preocupación, pero les prometo que cuidaré de ella y la haré feliz.
Malú asintió, observando la sinceridad en los ojos de Alfredo.
—Queremos lo mejor para Juliana. Ella nos ha dicho cuánto te ama, y eso signific