Horas después
Nos encontrábamos en una habitación de un hotel en Panamá, no teníamos tanto tiempo que habíamos llegado al hotel y a pesar de que estaba consciente que iban a ver consecuencias no sentía nada de miedo, porque sabía que David no me iba a dejar sola al volver a nuestra realidad, era como si entre los dos hubiera un balance de paz y fortaleza.
─Tengo sueño ─ pronuncié e hice un puchero, mientras me acercaba a David el cual estaba sentado en la cama y lo abracé
─ven acá ─quito mis manos que se encontraban alrededor de su cuello y en cuestión de segundos ambos estábamos acostados mientras sonreíamos
─siempre la vida nos sorprende ahora estamos aquí en Panamá sólo tú y yo, mientras que anoche yo estaba trabajando y tú viajando ─Dijo y asentí mientras me quedaba pérdida