Muchas tormentas había atravesado la familia Lanister para poder conseguir la felicidad que tanto deseaban. Desde luego no fue una tarea para nada fácil, pero con el pasar de los años lo consiguieron. Mientras Antoni y Andrómeda expandían la familia, primero con la pequeña Valery, luego con la hermosa Casiopea, y la sorpresa para todos la más chiquita de la casa, Afrodita.
La madre de estas chicas era un poco tradicional cuando se refería a los nombres. Y ya que vivían en Grecia, porque no usar los nombres de hermosas diosas.
Sin quererlo, la