Las miradas chocaron entre un torbellino de recuerdos, en el cual se fijaron como el otro reaccionó ante las ideas e imágenes nacidas y esparcidas por toda la estancia.
Marcelo pudo ver cómo a Simon pareció no gustarle su presencia en ese mundo, pues creyó haberlo asesinado años antes, o que su hermano lo había hecho por él. Sin embargo, verlo de pie frente a él, con más furia de la que vio en ese entonces fue el detonante para su terror.
Lo torturó de cuántas veces le nació de su rencor y hora tenía que lidiar con la furia que desató en él.
La palabra de un Crown se cumplía sí o sí, algo que los Emmons apenas comenzaban a entender, pese a ser casi extintos.
__ No pueden atacarme, mi gente...
__ Tu gente sabe con quién no meterse. - dijo Leonardo para todos, mientras estos dejaron clara su posición ante lo que veían.
Una decisión dura, pero que si atacaban...
__ Son tres, ellos son decenas. No podrían contra ellos, están muy entrenados para ser considerados fáciles de matar. - exc