ADELAIDA:
Solo siento como nuestro carruaje comienza a rodar y el cuerpo de Raizel me cubre por completo.
¿Cómo pasó esto? Primero estábamos discutiendo y ahora estamos rodando mientras el lobo trata de protegerme con su enorme cuerpo.
—Maldición.
Se queja este y levanto la cabeza cuando todo se tranquiliza.
—¿Estás bien?
Mi voz sale algo asustada y sus ojos me escudriñan antes de hablar.
—Esa pregunta debería hacértelo a ti preciosa ¿Estás bien? ¿No te duele nada?
Sus ojos me escanean mientras su me olfatea por completo.
—Estoy bien Raizel… Pero tú…
Miro su cuerpo y observo varios rasguños.
—Estoy bien, sanaré pronto.
Murmura mirando a su alrededor y frunce el ceño mientras se mantiene en silencio por unos segundos.
—Estamos en peligro… Debemos de salir de aquí.
Habla y patea el carruaje haciendo una abertura donde él sale primero.
—De prisa preciosa, nos están rodeando los muy malditos.
Dice y me apresuro a salir del carruaje destruido.
Zacary se acerca a nosotros rápidamente y lo