Capítulo 148: Eventualmente, debo irme.
Demian caminaba de la mano con las gemelas, admirando el precioso paisaje, no despegaba la mirada de Victoria, quien iba al lado de Russell y los hijos de este.
Pronto llegaron a la playa, los niños jugaron en la arena, comenzaron a divertirse, las gemelas corrieron a su lado.
Demian se acercó a la pareja.
—Quiero preguntarte algo, Demian.
—Pues, tú dirás, Russell.
—¿Fuiste tú quien le dijo a mi esposa que no se casará conmigo? Estamos reflexionando que la conducta de Demetrius fue tan rara ese día, como si no lo reconociéramos.
Demian miró a Victoria, esbozó una extraña sonrisa.
—Sí, fui yo, ¿No fue divertido? Lo siento, sigo pensando que tú no mereces a Victoria.
Los ojos de Victoria se abrieron enormes ante su pregunta, Russell sintió que algo ardía dentro de él, tomó al joven del cuello de la camisa, y Victoria gritó.
Provocó que los niños corrieran a su lado, asustados.
—¡¿Qué pasa?!
—¡No, tío malo, no seas malo! —gritó Mady
—Olvídenlo, Russell comportarte, asustas a l