Marina salió y Demian asustado retrocedió, alejándose.
—¡Demetrius! —exclamó lo vio correr, y ella también corrió detrás, sin entender porque lo hacía, ni porque se sentía tan asustada.
Hasta que le hombre dio la vuelta y desapareció de su vista.
—¿Qué? —exclamó dudosa
Ella tomó su teléfono móvil se apuró a llamar, Demetrius respondió al instante
—¡Hola!
—¡¿Dónde demonios estás?! —exclamó Marina molesta
—¿Pues donde más, cariño? En la casa, cuidando a nuestras hijas, ¿Qué pasa?
—¿Qué…? ¡Me he encontrado a un tipo igualito que tú…!
Marina sintió un mareo repentino, todo dio vueltas, sintió que el cielo y el suelo se unían, y cayó como ficha de dominó, lanzando el teléfono al suelo.
—¿Marina? ¡¿Marina?! —exclamó Demetrius asustado
—¡Marina! —gritó Victoria acercándose, tomó el teléfono y respondió
—¿Victoria, que pasa?
—¡Marina se ha desmayado?
—¡¿Qué?! Iré de inmediato.
Demetrius colgó la llamada, vio a Alana
—Por favor, ayúdame, cuida a mis hijas, debo ir con Marina, se