Tatiana ni siquiera mencionó que todo se había vuelto tendencia en Twitter, como si en serio no supiera nada. Como si fuera una santa paloma.
Giovanni movió los labios un poco, sin decir nada.
Pero la que no podía creer lo que oía era Clarissa. Miraba a Tatiana con duda.
Esas palabras, tan falsas, salían de la boca de alguien que conocía desde niña.
Siempre había confiado en ella, tanto que incluso cuando la familia Conti se derrumbó y todos les dieron la espalda, ella había seguido en contacto.
Nunca se imaginó que justo Tatiana sería quien le clavaría el puñal.
Recordó cuando Tatiana, frente a Luca, le preguntó por qué salía de la habitación de Giovanni.
Recordó también aquella noche, cuando la encontró en su puerta, con una mirada pícara.
Y ahora esas palabras volvían a retumbarle en la cabeza.
Lo que sintió en el pecho fue algo nuevo, como si le clavaran algo con filo.
La traición de una amiga duele mucho. Más profundo. Más feo.
Aunque ya lo presentía, tenerlo frente a los ojos le