CAPÍTULO 117: YA SE ACABÓ
Las luces de los vehículos de emergencia empiezan a iluminar el camino hacia nosotros. Policías y bomberos corren hacia la cabaña derrumbada, evaluando la situación. Un paramédico se acerca rápidamente, preguntando si estamos bien, si necesitamos ayuda médica. Nos envuelve en mantas térmicas y nos ayuda a levantarnos. Daniel sigue aferrado a nosotros, sin querer soltarnos, y nosotros tampoco queremos soltarlo.
—Vamos a llevarlos al hospital para un chequeo —dice el paramédico, su voz tranquila y profesional.
Asiento débilmente, todavía en estado de shock. Siento una mezcla de alivio y agotamiento, pero también una nueva fuerza. Hemos sobrevivido a algo impensable.
Nos suben a la ambulancia, las luces parpadean a nuestro alrededor. Me recuesto contra Hyun-Soo, dejando que el ritmo constante de su respiración me calme. Daniel se acurruca entre nosotros, sus pequeños ojos se ven llenos de preocupación y amor.
—Lo hiciste muy bien, Daniel —digo, acariciando su me