Alessandro me veía con una expresión de absoluto deleite y yo estaba tratando de tener autocontrol, pero ese hombre no me había tocado ni un centímetro de mi cuerpo y ya estaba totalmente húmeda por él y más cuando veía su virilidad en todo su esplendor.
-Alessandro esto no es correcto – él no se movía ni un centímetro.
-No quieres que te toque? Que te bese? Que te haga mía una vez más? – me la estaba poniendo extremadamente difícil – si no quieres dímelo.
-No es correcto – es lo único que se me ocurría decir – sabes que no está bien.
-No te pregunté si era correcto – se me acerco un paso – te pregunté si querías o no.
- Alessandro por favor – era una súplica lo que había salido de mi boca, pero no sabía ni que le estaba suplicando.
-Por favor que me vaya o que me quedé – este hombre era una tentación y lo sabía – pensé que eras más decidida – yo también lo creía.
Veo como se acerca y coloca una mano en mi nuca para acercarme a él y estar a centímetros de mi boca.
-Te voy a da