Elías estaba nervioso y no porque en unos momentos sería presentado ante todo el hospital sino
porque su director de área no quería hacer lo que le estaba pidiendo.— Como te digo, necesito que omitas mi primer apellido y dejes el de mi madre.- Elías yaestaba desesperado con tanta negativa.— Señor Arango... — no pudo continuar porque fue interrumpido.— No, soy el doctor Camacho, y en éste caso quiero que me trates como a cualquier otrodoctor, y espero me apoyes en esto.El doctor Pérez asintió resignado, tener al próximo heredero de la cadena de hospitales más
prestigiosos del país era una gran carta para su historial laboral, y él solo se empeñaba enencubrirlo, por lo pronto lo dejaría pasar pero también buscaría la manera de hacerlo saber sin
que se supiera que él era