Narrador Omnisciente:

Londres...

En aquella oficina estaba Andy sentado mirando la pantalla de su ordenador, buscando respuestas a lo que su padre le había dicho cuando lo llamó aquel día, diciéndole que Emily estaba con los Allen.

—¡Maldita Sea! ¡Maldita Emily! —alzó la voz frustrado.

A su oficina entró Nico Lotch, quien estaba con el haciendo los viajes de negocios, Nico en años se consagró como modelo para adultos de revistas homosexuales, había ganado fama por su físico y atractivo, era tan talentoso pero a la vez ingenuo, pues Andy solo le sacaba dinero para su beneficio y poner su propia empresa, cosa que su padre no sabía.

—Andy ¿Sigues con eso de Emily? —dijo con fastidio—, ya supéralo por favor, ella está con dos hombres, deberías dejar eso ya.

—¡No! ¡No entiendes que no puedo! —alzó más la voz— ella tiene que estar sola, conmigo aquí arrodillada chupándome la polla.

—¿No te bastó con hacerle aquello esa noche? —este bufó— ¿No te da asco?

—Cállate —lo miró mal—, bien te recuerdo que fuiste cómplice de eso, recuerda que eso fue tu maldita idea.

Y pues si, la idea fue planeada por Nico, ya que siempre odió a Emily por tener el amor y la atención de Andy, ya que Nico siempre ha estado enamorado de Andy.

—Pero no la toque siquiera —dijo molesto—, no has pensado que ella podría denunciar aquello —se cruzó de brazos.

—Claro que no —este rió—, jamás lo ha hecho y menos ahora, ella no tiene pruebas contra nosotros.

—Pero hay cabos sueltos, que es Alex y Charlie.

—Alex es una prostituta de las peores, Charlie es un maldito adicto que golpea a su mujer —dijo con molestia—, esos dos no son un problema.

—Solo espero que jamás hablen, tengo una reputación que cuidar Andy —dijo serio—, y tú una empresa, al igual que tu relación con tu padre —rió sarcástico.

Y era cierto, el padre de Andy no sabe que el es bisexual, siempre lo ha ocultado, pues a Andy todavía le interesa lo que su padre opine aunque el mismo lo odie.

—¿Que diría tu padre si se entera de te acuestas conmigo?

—Te lo advierto Nico —apretó su mandíbula—, ni te atrevas a soltar la lengua porque soy capaz de cortártela al igual que tus huevos.

—No me asustas con tus amenazas.

—Deberías, porque no conoces el gran hijo de puta que puedo ser.. Así que no te metas en mis malditos planes con Emily, si no puedo con ella, tendré que usar a su hija.

—¿Que? —Nico se alteró— Andy.. no serías capaz de hacerle daño a una niña.

Sonrió de lado —Solo quiero tenerla conmigo, si Emily no cede.. Pues me tocara esperar que su linda hija crezca ¿No lo crees?

—Definitivamente estás enfermo Andy —negaba—, en esto no voy a ayudarte, no con una niña.

—Bien —se encogió de hombros—, si no me ayudas olvídate de mi, puede que mis amenazas no te asusten —rió—, pero si te asusta que te abandone ¿No es así? Ya no tendrás esas noches de placer que te ofrezco, ni los orgasmos que te hago Nico, tu decides.

—Andy por Dios.. Es una niña —se alteró— ¡Es una niña!

—Tu estabas de acuerdo con que todos le hiciéramos eso a Emily —sonrió de lado—, fuiste la mente maestra del plan.

Se levantó y fue hasta el chico, lo pegó más a él y rozó su entre pierna con el chico.

—Lo hice por ti, para deshacernos de Emily porque ella estorbaba entre nosotros ¿Verdad? —el chico asintió—, entonces, si me ayudas con este plan, nos iremos lejos de aquí, nos casaremos y viviremos juntos Porque eso es lo que quieres ¿Cierto?

—Más que a nada.

—Entonces ayúdame con esto, un último trabajo antes de irnos y desaparecer ¿Que dices?

Andy sabía perfectamente como manipular a Nico, pues el sabía que estaba locamente enamorado de el y eso Andy lo jugaría a su sabor.

Quería hacerle daño a Emily a como de lugar, pero la mente retorcida de Andy tomó un rumbo distinto, ahora quería tener a Emma, esperar que creciera y hacerle las mismas atrocidades que le hizo a emily, solo para hacerla sufrir.

La mente de Andy estaba podrida.

El era enfermo y despiadado.

Estaba confiado que su plan le funcionaria, pero pronto todo caerá sobre su propio peso y todo lo que sube, tiene que bajar.