Emily:
Decidí tomarme un tiempo para estar con mis padres, estaré donde vivía por solo un mes, no quiero tener la desgracia de encontrarme a Andy aquí.
Quería estar lejos de todo, compartir más tiempo con mis padres y hermano, necesitaba un respiro y estando con mis padres lo encontraría.
Llegué al rededor de las diez de la mañana, llegué a casa de mis padres y toqué, mi madre abrió la puerta y me sonrió.
—Emi mi amor —me abrazó—, pero que sorpresa, pasa mi niña.
Pasé a la casa y encontré a Ethan mirando sus caricaturas, me acerque y le di un beso en la mejilla.
—Emily viniste —empezó a aplaudir— ¡Mamá! ¡Emi está aquí! Oh.. ¿Estás bien?
—Si ¿Por qué?
Me tomó de las mejillas y miraba con cautela mi rostro.
—Se nota que estás triste... Puedo verlo en tus ojos, además del color gris que está debajo de ellos ¿Porque tiene ese color? Papá los tiene así también.
Se me hizo un nudo en la garganta y aguante las ganas de llorar ya que a Ethan no le gusta ver a nadie llorando, se pone ansioso.
—Es por trabajo —le dije sonriendo—, he hecho mucho estos días. Por cierto, feliz cumpleaños guapo.
—¿Quieres un abrazo? —asentí—, mamá dice que eso hace sentir mejor a las personas.
Me dió un fuerte abrazo y las ganas de llorar crecían aún más, el me soltó suavemente y me sonrió, su barba estaba más larga.
—Te traje un regalo ¿Quieres abrirlo? —el asintió feliz— ten.
Le di el enorme regalo y el lo colocó en sus piernas, con sumo cuidado rompía la envoltura, hasta que terminó de abrirlo, mamá estaba grabando su reacción.
Abrió los ojos sorprendido y me miró, su sonrisa era la más hermosa para mí.
—¡Un caballete! ¡Lo que quería! ¡Mira mamá! ¡Hay muchas pinturas, que genial! —sonreía— gracias Emi, en serio...
Le había comprado el caballete junto con muchas pinturas, una paleta y varios pinceles, era lo que el quería. Mamá le tomaba fotos, ella siempre lo hacía para guardar cada recuerdo de Ethan.
Dejamos a Ethan en la sala con su regalo, mamá y yo fuimos hasta la cocina y como siempre me preparó el chocolate que tanto me gusta.
—¿Y papá?
—Trabajando ya sabes, llega en la noche.
—¿Cómo han estado?
—Mejor mi niña —me sonrió—, con lo que nos diste hemos ahorrado algo para cualquier cosa que se nos presente.
—Me alegra saber eso mami.
—Ahora me vas a contar porque estás tan triste, no me vayas a mentir Emily porque soy tu madre y se nota que estás triste —acarició mi cabello—, además de esas ojeras ¿Que ha pasado?
—No se si deba contarte mamá —mi voz se quebraba—, es muy complicado, en serio.
—Mi niña hermosa, sabes que puedes contar conmigo para lo que necesites —asentí.
Cerré los ojos con fuerza y sentí como mis lágrimas bajaban por mis mejillas.
—Tengo miedo de que me juzgues mamá —la miré con los ojos llorosos.
—Prometo que no lo haré, eres mi hija y jamás haría algo así.
Hice una pausa larga debatiéndome si contarle o no.
Así que decidí contarle todo, menos que me había casado, solo que sostuve una relación con Jamie y Julian, le conté el inicio de mi relación con ellos, luego de como fue avanzando, mamá me miraba sorprendida pero no decía nada, seguí con mi relato y le conté que rompimos por qué ya no funcionaba, quise decirle lo de Andy ya que ella jamás supo de mi violación y prefiero mantenerlo así. No quiero romperle el corazón a mi madre.
—¿Te enamoraste de ellos?
—Si mamá, en poco tiempo me enamoré de ellos —empecé a llorar—, en serio me dolió tanto la ruptura.
—Pues son unos tontos, por no saber lo que tienen.
—Creí que estarías molesta por eso, ya sabes, porque estoy o estaba... Con dos hombres.
—No mi niña, no me molestaría por algo así, desde que eres una adolescente has trabajado para ayudarnos con Ethan, dejaste tus estudios y no has hecho otra cosa que no sea trabajar —me limpio las lágrimas—, no podría interferir en lo que te hace feliz, si eso es estar con dos hombres o más, mientras te traten bien y te valoren yo seré feliz mi niña.
Mi madre me abrazó fuerte, sentí un gran alivio cuando se lo dije y no me juzgó.
—Mamá —ella se separó de mi—, hay algo más.. Estoy embarazada.
Ella me miró perpleja.
—¿Embarazada? Por Dios Emily... ¿Ellos lo saben?
Joder...
—Si mamá, lo saben pero.. —no sabía cómo decírselo.
—No quisieron hacerse cargo ¿Verdad? —terminó la frase por mi, yo solo asentí llorando— Emily ¿Porque no te cuidaste?
—Lo siento mamá, pero estaba tan inmersa en mi amorío con ellos que olvidé protegerme —sollocé—, lo siento tanto, pero quiero tener a mi bebé, no me importa nada más.
—Eres alguien responsable Emily, se que podrás con esto y más —me sonrió—, pero no estarás sola, tu padre y yo vamos a ayudarte con lo que sea necesario para que cuides a mi nieto —ella acarició mi cabello— por Dios seré abuela.
—Gracias mamá, en serio gracias.
Ella me abrazó de nuevo.
—Ahora —se puso seria—, desde este momento Emily, aquellos sujetos que no deseo conocer, perdieron el derecho sobre mi nieto, esto que te hicieron no tiene perdón hija, esto hay que hablarlo con tu padre.
Asentí. No tenía caso ocultarle esto a mis padres.
Las horas habían pasado y papá llegó, hablamos un poco con el y mamá y yo decidimos contarle todo lo que había pasado, mamá no perdió detalle alguno, mamá le contó sobre mi embarazo y lo que pasó con los Allen, papá por supuesto se molestó muchísimo por eso, pero después se contentó al saber que sería abuelo, me abrazó y lloro solo un poco.
Me sentía aliviada de hablar esto con mis padres y saber que me apoyarían en est, hacía sentirme mejor, en definitiva tenía a los mejores padres.
Los cuatro cenamos a gusto, escuchamos atentamente la historia que se inventó Ethan sobre ir a la Luna y comerse un trozo de pastel sobre esta.
Amaba las historias de Ethan, porque cada vez que contaba una sonreía aún más.. Mamá le trajo el pastel y los tres le cantamos cumpleaños, el aplaudía y sonreía, ya eran veinte años con nosotros, no podía evitar sentirme triste porque mi hermano jamás sabrá lo que es enamorarse, que lo amen intensamente, cuidar de su propio hijo y envejecer con alguien a su lado.
Pero por el otro lado, me alegraba de que el fuera así, porque siempre ha tenido mente de niño y tiene su inocencia intacta y está ajeno de lo cruel que pueden llegar a ser las personas y el mundo.
Después de comer pastel me senté en el sofá de la sala, ya era de noche y mamá fue a acostar a Ethan, papá se sentó a mi lado, me tendió otro trozo de pastel.
—No le digas a mamá, ella no le gusta que coma dulce tan tarde —me sonrió.
—Tu secreto está a salvo conmigo —le guiñe un ojo.
—Sabes mi amor, no entiendo cómo esos hombres —dijo refiriéndose a los Allen—, rechazaron a tu bebé, yo cuando supe que sería padre, fue el mejor momento de mi vida porque me sentía realizado como hombre, amaba a tu madre, de hecho la sigo amando, imagínate sin casi treinta años aguantandome —reímos—, pero de algo que jamás me voy a arrepentir es de haberte tenido a ti y a Ethan a pesar de que cuando crecía y nos dimos cuenta de su condición me asusté, tenía miedo porque no sabía cómo asimilar todo, hasta que veía a mi hijo sonreír y eso quitaba todos mis miedos, cuenta conmigo para criar a mi nieto, aunque se que tu lo harás de maravilla mi niña —besó mi cabeza— eres la persona más fuerte que conozco, estoy muy orgulloso de ti mi niña.
Papá me hizo llorar y me abrazó a el.. Estaba tan agradecida de tenerlo a mi lado.
Lo amo....