Vale, fue todo lo que conseguí decir.
Hardin
— Sr. Hardin... Sr. Hardin...
Su voz estaba tan cerca y tan lejos al mismo tiempo. Mi cuerpo se balanceaba al sentir sus manos sobre mí. — Hum... — murmuré.
— Sr. Hardin, su reunión empieza en cinco minutos. Me pidió que le llamara.
Abrí los ojos. Estaba completamente confundido. Confundido e incapaz de enfrentarme de nuevo a mi fea ayudante. Acababa de tener un sueño erótico del que no tenía intención de despertar. No, no, solo puede ser un mal sueño. Tiene que serlo.
Me froté la cara y luego miré el reloj. Todo había sido tan real. Había parecido real. Sabía que solo lo había disfrutado porque había sido un sueño. Nunca sería capaz de acostarme con alguien como ella. Me levanté del sillón, apartándome de las suaves manos de aquella mujer embarazada que me miraba confusa, sin entender por qué la ignoraba. Cogí mi traje y me lo puse. Tenía la cara sudorosa cuando me enfrenté al espejo del baño de la oficina. Vi mi propia figura. Mis ojos estaban asustados, muy abiertos. Acababa