39

La venganza a veces nublaba el sentido del razonamiento; Martiniano se decía a sí mismo que Cristina había encontrado su perdición sin tener que enfrentarse a su ira, pero al contemplarlo con más detenimiento se daba cuenta de que nada de lo que él hubiera podido hacer estaría a la altura de la crueldad de su adicción.

Así que Martiniano se mordió los labios, tratando de luchar contra la parte de su cerebro que le decía que ella se merecía cada momento de su auto-tortura. Quizá sí se lo merecía, pero ¿quién era él para juzgarla?

Pasándose la mano por la boca, Martiniano señaló hacia su habitación.

—Ve a prepararte una bolsa con ropa—, le dijo entre dientes apretados.

Cristina lo miró, confusa.

—¿Qué?—, ahogó entrecortadamente.

—Vas a hacer la maleta y luego te llevaré a un centro de rehabilitación. Te vas a apuntar y te vas a limpiar—, las palabras salieron con firmeza mientras él se obligaba a soltarlas.

Los ojos de Cristina se abrieron de par en par mientras se alejaba c
Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App

Capítulos relacionados

Último capítulo

Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App