Capítulo 5: Puntería de loca

Narra Kim

Regreso a mi casa asustada por el ataque de mi jefe. Pero ello queda en el olvido, cuando llego al apartamento de Lu y veo a Dante fuera del mismo. Apenas me ve, se levanta y en su mirada puedo ver que vino para convencerme de volver con él.

— Kim, que bueno que te veo.

— Estas obstruyendo la entrada al edificio. En algún momento me verás si te quedas allí — respondo cortante.

— Entiendo — dice haciéndose a un lado y cuando paso, me toma del brazo suavemente. 

— ¿Qué quieres, Dante? — pregunto agotada.

— Quiero hablar contigo. Que arreglemos las cosas

—  ¿Qué deseas arreglar? ¿Quieres arreglar el hecho que te acostaste con una mujer en nuestra cama? ¿O quieres arreglar el hecho que solo verte me cause malestar al punto de desear golpearte? — pregunto curiosa. 

— Entiendo que estés enojada conmigo por lo que te hice. Pero, es bueno que hablemos. Llevamos un tiempo juntos, vivimos juntos y nos comprometimos en matrimonio. Es algo que tenemos que recordar para pasar esta prueba, cariño

— ¿Pasar esta prueba?

— Durante una relación, pasan muchos problemas que nos pueden destruir si nos damos por vencidos o unir más si recordamos que nos amamos. Yo quiero que pase lo segundo, deseo que todo esto es una prueba que nuestro amor va a superar para estar más felices. 

— Dante, cuando se habla de pasar obstáculos en una relación, se habla de enfermedades, problemas económicos y demás, no infidelidades. — le recuerdo.

— Puedes hacer una excepción esta vez. Yo te prometo que no volverá a suceder. 

— No, gracias. No estoy interesada en segundas oportunidades, ni mucho menos, excepciones — digo alejándome de él.

—  Entonces, préstame la plata para la hospitalización de mi madre — dice tras de mí y yo giro mi cuerpo para verlo

— Entonces era por eso que estabas conmigo. Desde que te vi con esa mujer, pensé las causas de tu traición. Quería saber porque estabas conmigo si no querías estar seguir en esa relación, pero tu pedido, me da la respuesta. Tú no me querías, pero era buena para levantar tu ego al estar con dos mujeres o más, también te ayudaba pagando las cuentas médicas de tu madre. 

— No es eso lo que quería decir.

— Vete, Dante. Nada de lo poco que me diste, me hace falta. 

— ¿Estás segura? No quería mencionar esto, pero, ¿Crees que no me necesitas? Te recuerdo que sin mí no pueden darte la muestra de esperma. — ataca sabiendo que es un golpe bajo para Kim. 

— Un esperma que pudiste darme, pero Dios vio cuan mal hombre eres y te negó la posibilidad de tener hijos. — contraataca Kim golpeando el orgullo de Dante.

— Tú… — dice caminado hacia ella, pero antes de llegar, cae sobre sus rodillas

Al hacerlo, Kim nota como su mejor amiga Lu, sopla para que su cabello no cubra sus ojos y quitándose el segundo zapato plataforma, camina hacia nosotros amenazando con el zapato a Dante.

— Sabía que hoy se sacaba la basura. Pero jamás pensé que la encontrara en la puerta del edificio y menos que hablara. Eso es repugnante.

— ¡Me golpeaste con tu zapato en la pierna, loca! — grita Dante enojado mientras Lu me cubre con su cuerpo, dispuesta a pagarle.

— Sí, soy loca y como loca, sabrás que no me importa tirar piedra y como viste, tengo muy buena puntería. Así que, no me estés tentando. Porque terminaras golpeado de gravedad. — dice Lu advirtiéndole con el zapato en la mano. 

— Ustedes están locas — dice levantándose del suelo y huyendo rápidamente del lugar. 

Pero Lu no se conforma y lanza el zapato que le pega en la espalda, a lo que, Dante se detiene y toma el zapato para regresar enojado, pero Lu toma otro zapato y apunta.

— Este va para la cabeza. Sea la de arriba o la de abajo, no importa — asegura y esa es suficiente amenaza para que Dante suelte el zapato y se marche.

— No debiste volver a golpearlo, ya se estaba yendo. — murmuro.

— Era por si cambiaba de opinión. — murmura responde caminando descalza para buscar su zapato que Dante dejó caer.

Ruedo los ojos, ante el día loco que he tenido y la espero para subir con ella al apartamento. Cuando llegamos a su apartamento, comienzo a contarle lo que sucedió y por ello, Lu Parker, tiene un nuevo enemigo en la lista.

— Deberías guardar tus armas. A este punto, pensaras que haces parte de algún grupo armado. 

— Es que debo ser ruda. Tú eres demasiado calmada y por eso, abusan de ti— dice molesta. 

— No te estreses y más bien, acompáñame a recoger mis cosas en el departamento. Tengo muchas cosas que compré allá y no voy a dejárselas para que él las use con alguna otra mujer. 

— Yo iré. Dame la lista de lo que es tuyo y yo lo traeré. Hoy te he embarazado y con un día tan complicado, lo mejor es que descanses.

— Lu, eres ginecóloga, saber que aún no es seguro lo del embarazo y aunque lo fuera, el esperma congelado es más lento que el normal, por lo que, debemos esperar un poco más para confirmarlo. — le recuerdo.

— Aun así. Has pasado por mucho y necesito que te relajes un poco. Por lo que, ve a la tina y date un baño de rosas. Pronto estaré aquí.

— En realidad, me preocupa que tú vayas. Capaz y matas a Dante. — le respondo.

— Nada de eso. Aunque lo merece, no voy a hacerlo. Sería ensuciarse las manos por algo putrefacto. Así que, ve a bañarte tranquila, pronto volveré con las cosas. 

Asiento y me voy a su habitación para tomar una toalla e ir al baño. El apartamento de ella, tiene dos habitaciones, pero la segunda, ha sido usada como armario de ropa y zapatos. Por lo que, dormir allí es un poco complicado. 

Por ello, he dormido con ella. Con la esperanza de que no le haga algo más a Dante, entró a la ducha y dejó que las esencias me relajen después de haber tenido un día tan terrible. Humedeciendo mi piel con esencia de rosas, pienso en mi futuro y la posibilidad de ser madre, me hace sonreír, aunque he tenido un día tan duro.

La simple ilusión de tener un bebé en mis brazos, me hace sentir un hormigueo increíble. Mi mente, viaja a colores azul claro o rosado, mientras coloco dibujos de animales bebe para la habitación de mi futuro bebé. Ese bebé que tanto he anhelado y por el que ahora, me he arriesgado tanto para concebirlo. Sólo espero, que todo salga bien y no meta en problemas a mi loca amiga. 

Después de relajarme en el baño, entró a la habitación de Lu y comienzo a vestirme mientras enciendo las noticias. Allí, descubro la causa de la ira de mi jefe y porque se alteró más al decirlo lo de la cita con el ginecólogo.

— Al parecer, el dinero no te soluciona todo en la vida. — susurro mientras hidrato mi piel.

El sonido de mi teléfono, me hace detener mi acción y tomarlo para ver un mensaje de mi jefe Alessandro Delacroix. 

“Señorita Morgan, 

Lamento haber actuado de forma brusca y violenta el día de hoy. No hay justificación para hacerlo hecho y por ello, no voy a excusarme. Prefiero disculparme y prometerle que ni permitiré que mi vida personal o laboral sean causantes de una violencia ante usted 

De ante mano, le pido disculpas y espero que podamos seguir trabajando.

Atentamente,

Alessandro Delacroix 

Presidente de Compañía Delacroix”

Suspire profundo al ver su disculpa formal y deje el teléfono a un lado para descansar de un día cargado de muchas emociones. 

Solo espero que mañana no sea igual.

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