Al día siguiente
Narra Kim
Mi salud mejora y por eso, preparan todo para poder trasladarme a Estados Unidos. Gabriela y Alessandro se mantienen ocupados. Gabriela, viendo a su esposo cada vez que puede y Alessandro, no sé con qué, pero sin duda, es algo que lo tiene molesto.
— Kim, ya podemos irnos. Te llevaremos al hospital de Washington y allí, podrás mejorarte como lo necesitas.
— ¿Washington? ¿Allí van a enterrar al señor Bill?
Mi pregunta hace que detenga su intento de guardar cosas que claramente no son mías. Pero que guarda porque no tiene la mente aquí.
— No, será enterrado en Irlanda. Allá nació y está el cementerio familiar. Nadie que sea un Delacroix, puede ser enterrado en otro lugar.
— Entonces, ¿por qué voy a ir a Washington?
— Ya te lo dije, Kim. Debes recuperarte.
— ¿Y Asher? — pregunto al no saber si lo llevará.
— Está a salvo con Lucía, en Francia.
— ¿Ellos irán?
— No.
Intento buscar la paciencia que no tengo, para poder hablar con Alessandro, quien, sin duda, s