Los ojos de Paola brillaron al ver esto y se giró hacia Michael, mirando con desconfianza.
—¿Lo golpeaste con algo? —preguntó, su voz temblando.
Michael, que ya había guardado el alfiler en la chaqueta de su traje, levantó los brazos y respondió con calma.
—Solo le di un golpe en defensa propia. He