—Sí —respondió Paola, y Clara asintió lentamente. Cuando Clara salió, nunca dejó de mirar a Paola, como si no quisiera dejarla. Una vez que Clara estuvo fuera de la habitación, Dereck y Paola se miraron durante varios segundos hasta que Paola bajó la cabeza.
—Levanta la cabeza —ordenó Dereck.
—Solo