—Puedo verlo —dijo Paola, devolviéndole la sonrisa.
El príncipe Nolan rió entre dientes y luego preguntó:
—¿No extrañas a Dereck?
—Mentiría si dijera que no lo extraño —respondió Paola con honestidad.
Justo en ese momento, dos guardias llegaron corriendo hacia el príncipe Nolan.
—Mi príncipe, el rey