No dormí nada esperando que amaneciera, lloré toda la noche mirando esas dos líneas rojas, muy rojas. Mi alma gritaba que eso no podía estar pasándome.
De camino al hospital, luego de mentir en mi trabajo para faltar ese día, voy a punto de colapsar en el coche. Me quedo en la entrada del hospital y camino nerviosa. Me registran y me indican dónde esperar. Pasado un tiempo, me toca entrar. El doctor es amable conmigo y me dice que no llore, que todo estará bien.
Me quedo a esperar el resultado y me lo entregan sellado. Les dije que prefería leerlo en casa, y así lo hice. Me fui a casa, esta vez peor que cómo llegué.
Al llegar a mi hogar, me siento en el sofá, suspiro sabiendo que todo puede cambiar para bien o mal sea cual sea el resultado y llenándome de la valentía que no tenía, abro el sobre.
"Aurora Acosta, tiene cinco semanas de embarazo. Favor pasar a hacerse un eco en tres semanas si desea."
Mi corazón empezó a latir frenéticamente y corrí al basurero a vomitar. Lloré, ll