—Espero que esa mujer logre recuperar a su hija. Pero me acabas de comentar que eso fue hace años.— Dijo Yesenia de manera pensativa, —Lo más probable es que esa hija ya este fuera de la ciudad o incluso del país.
—Cuando una madre tiene esperanzas es por una razón.— Ariadne comenzó a caminar al interior de la casa y después de estar adentro, agregó: —Quizás su corazón está sintiendo que la puede encontrar acá.
—Phoenix es muy grande y está llena de muchas familias. Tendría que buscar casa por casa, ¿O cómo crees que hará?
—Ella sabe que hacer. Solamente espero que ella algún día pueda volver a reencontrarse con su hija.— Habló Ariadne.
—Eso no es lo más difícil, sino que quizás esa hija no va a querer perdonarla.— Yesenia camino hasta la cocina, —Recuerda que han pasado muchos años y quizás hasta la familia que la crío le hizo creer que era de ellos.
—¿Qué estabas haciendo?— Preguntó Ariadne aunque sabia la respuesta. Solamente que quería cambiar de tema por ahora.
—Mira...— Ye