Finalmente la fecha de la mágica y tan soñada boda de Yesenia Lizbrook había llegado.
Su hermana menor Ariadne se estaba encargando de su cabello y de darle un estilo divino y maravilloso para está noche. Delante de ellas había un hermoso espejo que estaba pulcro y reluciente.
—Ya el ciclo de espera acaba de terminar.— Dijo Yesenia, mirando su hermosa sonrisa a través del reflejo. También podía visualizar a Ariadne sujetando y haciendo cosas de estilismo en su cabello, —La boda es como pasar de ser una oruga a una mariposa.
—Y finalmente tus alas coloridas están listas para volar... El momento de que te poses en una flor a llegado.— Dijo Ariadne.
—Y esa flor es Rodrigo. Él es como una flor tan hermosa cuyo néctar de pasión estoy dispuesta a disfrutar.
Ariadne comenzó a reírse. No lo hacía a modo de burla, sino para poder disimular la incomodidad que estaba sintiendo. En el fondo de su corazón estaba comenzando a sentir: Culpa y celos.
Pero, ¿Por qué celos?
—Eres buena para sacar fra