Alan y Sandra llegaron al apartamento, ambos entraron directamente y el hombre se sentó en la sala.

"Tío, ¿qué quieres beber?" preguntó Sandra mientras entraba al área de la cocina.

"Sólo café, como siempre", respondió Alan, que ahora estaba cerrando los ojos.

Sandra inmediatamente puso a hervir el agua, al terminar trajo café amargo según los deseos de su marido.

"Este es el café, tío", dijo Sandra.

"Descansa primero, saldré en un momento", dijo Alan en voz baja.

Sandra arqueó las cejas, porque ella y su marido acababan de llegar.

Alan se rió entre dientes al ver la expresión del rostro de su esposa, "¿Por qué?"

"No tío, ten cuidado, yo descansaré primero", dijo Sandra, sinceramente no quería quedarse sola.

Sin embargo, se dio cuenta de que sólo era una esposa temporal para su tío.

"Sandra."

"Sí." Sandra se dio vuelta para ver a su marido.

Alan se levantó de su asiento, el hombre se acercó a su esposa. "Cuídate, ya me voy, ¿vale?".

Sandra solo asintió, la mujer acompañó a Alan hasta