Capítulo 2: Decisiones

Esa tarde fue la más trágica en muchos sentidos para casi todos los que trabajaban en el hospital, ya que la ira de Elena se hizo presente y solo se calmó cuando el mismo director de la institución médica llego para hablarle y ofrecerle una compensación; obviamente tuvo que darle una buena solución ya que la rubia ya había amenazado con demandar al lugar.

- Es el colmo… - Elena aún seguía de mal humor de camino a la casa – ash… pero esto no se quedará así, buscare meterle una demanda millonario a ese hospital, si e igual…

- No te alteres – hablo Karen, quien se miraba pensativa; algo que noto la mayor por lo que busco calmarse y tomar de la mano a su hija.

- Hay amor perdón, pero es que… - Elena ahora se notaba triste – es que ahora esto cambia todo…

- No te preocupes.

- Mi pequeña es tan madura – dijo con algunas lágrimas en los ojos - pero amor ¿que pasara con tus sueños, tu nuevo empleo?

- Buscare una solución – indico con calma, aunque por dentro también se sentía algo aturdida y agobiada, ya realmente eso cambiaba todo: un bebe; la verdad ese tema jamás había estado en sus planes ya que ni siquiera los temas de amor le llamaban la atención.

Pero su madre tenía razón, ahora estando embarazada dudaba de poder ingresar en la policía y ser un oficial activo, tal vez por unos meses podría, pero conforme avanzara el tiempo se iría notando su estado y obviamente la moverían a trabajos de oficina o le darían de baja… aunque igual existía la otra opción: abortar y ahorrarse todos esos problemas.

Al llegar a casa ella fue directamente a descansar a su habitación, se sentía algo cansada y tenía mucho que pensar.

- ¿Tan rápido regresaron? – pregunto con burla Diego.

- No empieces amor – hablo algo triste Elena.

- ¿Que paso? – pregunto algo preocupado, ya que esa actitud era extraña en su esposa.

- Tenemos que hablar – dijo de forma seria.

- Vamos a mi estudio – le contesto.

Después de eso ambos se encerraron en el estudio, donde Elena le explico la situacion que había ocurrido.

- ¿Es broma verdad…? - dijo de forma incrédula Diego.

- No estoy de humor para tus dudas y juegos.

- Por favor, es obvio que tu hija estuvo con algún tipejo y no midió sus accio… - pero no termino de hablar ya que recibió una bofetada por parte de su esposa provocando que ahora le mirara con sorpresa.

- ¡No te atrevas a completar esa oración! – dijo enojada Elena – e igual aquí tienes los análisis de tu hija donde dice que su embarazo es producto de una inseminación y no por lo que piensas – declaro furiosa lanzándole la carpeta donde estaban todos los resultados.

- … - Diego la miro con el ceño fruncido antes de ponerse a leer los documentos, dejando notar su sorpresa a cada segundo que leía esos análisis – demandare al hospital y no parare hasta que lo cierren – dijo enojado.

- En eso estamos de acuerdo – dijo Elena sonriendo de lado – pero, antes que nada, por favor – hablo acercándose a su esposo y lo tomo de las manos – por primera vez en tu vida, necesito que le brindes tu apoyo y comprensión a tu hija.

- … - ante eso desvió la mirada.

- Diego, por favor… Karen siempre ha buscado tu aprobación y esta vez, por primera vez… deseo que actúes como su padre.

- Creo que he sido algo duro con ella ¿verdad?

- ¿Algo? – pregunto con ironía.

- De acuerdo Elena, soy un imbécil como padre - indico molesto mirando que ella sonreía - y ¿qué tienes en mente?

- Por ahora apoyarla en la decisión que tome.

- Es tu hija, así que dudo que acepte la alternativa del aborto.

- Eso espero – opino sonriendo de lado y tras eso ambos salieron del estudio para ir a hablar con su hija.

Después de ello y por primera vez en su vida Diego le brindo su total apoyo, así como una disculpa a su hija; ya que ahora comprendía el error que cometió, el cual no vio en su momento porque de esa forma fue educado.

El lado bueno es que Elena tenía razón y Karen decidió tener al bebe ya que, aunque no fuera algo planeado ya era parte de ella e igual no actuaría como una cobarde: tendría al pequeño y buscaría cumplir sus sueños y metas al mismo tiempo, aunque lo que si le sorprendió fue notar que ahora su padre le brindaba su apoyo y compresión.

Mientras tanto, en otra parte de la ciudad una mujer se encontraba frustrada mirando por doceava vez la prueba de embarazo que había realizado notando que el resultado era negativo e igual mirando con odio a la rubia que estaba parada a su lado.

- ¡Me puedes decir que significa esto! – grito una mujer de cabello largo lacio de color naranja, piel clara, ojos color miel y compleción muy delgada.

- Yo… perdón… no sé qué paso… - contestó con miedo esa persona.

- No me pongas escusas, idiota… ¡yo no te pague para que la inseminación no sirviera! - volvió a reclamar la peli naranja.

- Perdóneme, señora Alejandra, yo… yo, no sé qué paso, pero le juro que yo… - pero no pudo seguir hablando ya que recibió una bofetada en su mejilla izquierda, haciéndola caer al suelo con lágrimas en los ojos.

- Tu “lo siento” no me sirve, ¡idiota! – le grito Alejandra.

- Juju… por lo visto alguien está en problemas – se escuchó una nueva voz, la cual sonaba muy divertida por la situación; ante la distracción de la peli naranja, la rubia se colocó de pie y salió corriendo de la habitación.

- Quieres callarte, tus risas no me ayudan en nada – reclamo enojada Alejandra, mientras dejaba escapar un suspiro con pesadez para girarse a ver a su acompañante, quien era una mujer de cabello algo largo de color verde oscuro, piel clara y ojos de color azul, la cual en esos momentos bebía tranquilamente un poco de wiski.

- A mí no me metas en tus histerias y estupideces – opino con calma la peliverde para después tomar otro poco de su bebida – tu eres la única culpable de tu suerte y situacion actual – dijo divertida.

- Cierra la boca no tienes que recordármelo.

- Mejor déjate de tus dramas y piensa que le dirás a tu esposo, esta vez – en eso se dejó su bebida sobre la mesa y sonrió de forma divertida – ¡ah, ya se! – dijo mientras juntaba sus manos y ponía una mirada triste – Scott, mi amor lo… lo lamento mucho traté de defenderme, pero esos sujetos fueron tan barbaros conmigo y debido a sus golpes y torturas perdí a nuestro bebe – indico ella imitando la voz de su compañera.

- ¡Cállate de una vez Chloe! – grito la peli naranja muy enojada.

- Hm… cierto no puedes decir eso, porque fue tu escusa de la vez anterior cuando obviamente solo fuiste a ese hospital a abortar, donde te salió mal el truco porque ese idiota no solo te quito al feto si no que daño tu matriz por completo dejándote estéril.

- Ese maldito pago su error con su vida – opino la peli naranja sonriendo de forma tétrica.

- Uy si si, que miedo – dijo algo aburrida – pero más miedo tendrás cuando el abuelo y tu suegro sepan que ya no les sirves para darle un heredero a la familia.

- …

- En verdad que eres idiota, te dije que era una idea muy estúpida y créeme no pondré mis manos al fuego por ti – le dijo con voz seria – te dije que usaras tu puta cabeza, pero no… la señorita “ahora soy esposa de un mafioso y puedo hacer lo que se me dé la gana”, se fue a revolcar con ese muerto de hambre y se embarazo.

- Fue un accidente que cualquiera comete.

- Pero tu accidente te costara la vida, porque dudo que puedas obtener otra muestra de Scott, él ya ni te toca después de que el imbécil de tu amante declaro frente a toda la familia que se acostaba contigo.

- Ese imbécil se debió quedar callado.

- Bueno ahora ya no habla, cortesía de esa elegante bala en la cabeza que le metiste para que tu actuación barata de victima fuera convincente, aunque no sirvió de mucho.

- Estúpido Scott… aun duda de mí.

- Pues tiene sus razones y no lo culpo – dijo Chloe sonriendo de forma arrogante – lo malo es que cuando caigas, tu familia también lo hará.

- Bueno entonces si eso pasa, tú también lo harás querida, porque tú eres mi cómplice.

- Jajajajaja – ese comentario provoco que Chloe tuviera un ataque de risa – en eso estas equivocada, querida – dijo sonriendo de forma arrogante – yo soy de la familia por nacimiento, además el ver no mata a nadie y tú eres quien ha estado jugando con mi primo, no yo.

- … - la peli naranja frunció el ceño, molesta por esas palabras.

- Así que te recomiendo que midas tus palabras – dijo lanzándole el vaso de wiski, donde la peli naranja lo esquivo a duras penas, pero al mirar nuevamente a su acompañante, notando que ella tenía entre sus manos un cuchillo – porque a diferencia de Scott, si me llegas a traicionar o ensuciar mi imagen, no dudare en matarte e igual no querrás que moleste a mi papi ¿o sí?

- M*****a….

- Ah, no… nada de maldiciones, que la única m*****a en la habitación eres tú, por pensar que nuestro mundo es un juego – le amenazo sacando de entre sus ropas una pistola plateada con la cual amenazaba a la peli naranja.

- … - Alejandra sudo frio – tran… tranquila Chloe e… era una broma, jeje nunca pensaría en traicionarte… je… je…

- Así me gusta – dijo sonriendo de forma sádica mientras bajaba su arma – y entonces, ¿qué harás ahora? porque te recuerdo que no dejare que llegues a tomar a cualquier mocoso para hacerlo pasar por un Albani.

- Ya pensare en algo…

- Pues que sea rápido, porque no solapare tus estupideces tanto tiempo, además que ellos pronto descubrirán que tu supuesto embarazo no existe.

- Descuida creo que ya tengo el plan perfecto – afirmo Alejandra, mientras sonreía de lado.

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo