Él se levanta y la abraza para que termine de creer en todo su montaje, de a poco ella acepta el abrazo. Él la estruja en sus brazos y los recuerdos de Italia invaden su mente, de cómo la abrazada mientras ella estaba sobre él. Nunca antes había abrazado a una mujer de esa forma en la cama, pero Rachel era distinta, tenía algo que lo incitaba a que quisiera volver a probar todo de ella.
—¿Ya me puedes soltar?
Pregunta ella al ver que el abrazo se ha extendido.
Kilian no sabe qué responder, de nuevo tenía una erección, no debió haberse sumergido en esos recuerdos. Ahora tenía un problema y Rachel lo iba a ver entonces ¿Qué iba a decir en esos momentos?
—¿Puedes esperar un poco?
—¿Por qué? Me creo cualquier cosa, pero no que eres cariñoso.
Kilian se ríe y niega.
—Mira no te molestes, pero tengo un problema allá abajo.
—¿Qué? — pregunta ella descolocada. —¿Cómo pasó eso?
—¿De verdad quieres saberlo?
—Dudo que un abrazo te anime.
—Pues algo así, abrazarte me hizo recordarte en esa noche y