Los días pasaron y el día menos esperado para Rachel, pero al contrario para Kilian, ha llegado. Es el día de la boda y la casa del viñedo en un estado caótico, pese a que todo ya estaba montado y en su lugar, faltaba algo muy esencial, el novio.

Rachel no había tenido contacto con Kilian desde ese día en el departamento hasta antes de ayer, dónde él le había notificado que Kevin le haría una despedida de soltera en Brasil, pero que juraba llegar a tiempo. Ella no le dio importancia, y tampoco entendía por qué le avisaba, pero no se quejó, lo dejó ser hasta que colgó la llamada. Ella había llegado al viñedo en compañía de su familia ayer, y justo ahora estaba en la habitación de Kilian recibiendo ayuda con su vestido.

—Amiga, te ves preciosa— dice Dalia sacándole una foto.

—Demasiado para el idiota que te acompañará al altar.

—Basta Lola, estamos en casa de él y debemos ser respetuosos— dice el padre de Rachel, a lo que su madre también asiente.

—Hablando de ese idiota ¿Alguien sabe s