El celular de Mariana sonó.
En las noticias se informaba que esta mañana un vagabundo encontró a Hadya, quien había sido secuestrada, en un edificio en ruinas.
Hadya no estaba en buen estado, pero ya había sido llevada de regreso a casa.
Mariana entrecerró los ojos: ¿Un vagabundo?
Mariana sonrió. ¿Qué vagabundo se iría a un edificio en ruinas tan apartado sin motivo?
Mariana no necesitaba adivinar, sabía que era obra de Walter.
Mariana abrió la lista negra y pensó en sacar el número de Walter. Pero al final decidió no hacerlo.
Después de todo, Walter y Jimena estarían juntos en el futuro, y Hadya seguiría siendo su suegra.
¿Cómo podría permitir que su suegra sufriera realmente?
Por suerte, Walter no salvó a Hadya anoche. De haberlo hecho, Mariana estaba segura de que el próximo secuestrado habría sido él.
Mariana acababa de regresar a su habitación cuando recibió una llamada de Eduador.
Mariana sabía lo que Eduador quería decir incluso antes de contestar.
Pero de todas maneras contestó