Mariana miró a la enfermera en la puerta y frunció el ceño.
¿Así era la familia Sandoval?
Quizás.
¿De lo contrario por qué Vicente había estado fuera del país durante tantos años?
Mariana se acercó a la cama. Arropó a Vicente, quien todavía estaba recibiendo suero intravenoso y su monitor cardiaco mostraba un ritmo estable.
Mariana quería ver la herida en su abdomen, pero le pareció inapropiado levantar sus mantas y ropa.
Así que Mariana descartó esa idea.
Mariana envió un mensaje de texto a Yahir: [Trae un ungüento antiinflamatorio cuando vengas al hospital.]
Yahir respondió: [De acuerdo.]
Mariana frunció los labios al ver la respuesta seca de Yahir. [Chico, ¿por qué está tan distante conmigo?]
Yahir no respondió.
Mariana se sintió molesta. [¿Se atreve a no responder a mis mensajes?]
Mariana sabía que Yahir estaba enojado.
Tos, tos.
De repente, Vicente tosió.
Mariana levantó la vista y vio que Vicente la estaba mirando.
—¿Estás despierto? —Mariana puso su mano en la frente de Vicente.